Es urgente transformar o abolir zonas de sombra de la vida social, muy en especial de lo político y de lo económico, ese escenario en donde se acumulan poderes y violencias arbitrarias entre las que se diluyen las responsabilidades mientras se matan inocencias
Humanizar el aprendizaje es, entonces, resistir la tentación de convertir la educación en un proceso técnico, despersonalizado o meramente instrumental