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Desde 2017, los precios de los servicios de comunicaciones mostraron variaciones anuales cercanas a cero o incluso negativas.
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Pese a estos incrementos en la demanda del sector, que a su vez exigen mayores inversiones, los ingresos por usuario no incrementan
El sector de telecomunicaciones tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años. Entre 2012 y 2024, el tráfico de internet móvil se multiplicó por más de 100 veces, pasando de 16 a 1.627 millones de gigabytes. Sin embargo, pese a estos incrementos, que a su vez exigen mayores inversiones, los ingresos por usuario no incrementan.
Los cambios a través del tiempo se han dado a través del aumento en el acceso a banda ancha, la masificación de dispositivos móviles y el despliegue de fibra óptica.
En la actualidad, más de 90 % de las conexiones móviles son 4G. También se avanza en la habilitación de las redes 5G, que a su vez también demandarán más inversiones para la cobertura, baja latencia y también capacidad. La paradoja radica en que hay más tráfico, esto requiere más inversión, pero a su vez hay menos rentabilidad, por lo cual existen problemáticas estructurales en el negocio.
Se suma que en el sector hay una gran competitividad: se utilizan constantes promociones y hay una presión sostenida para que se mantengan cifras accesibles al público. Por lo cual, es difícil trasladar costos al usuario final.
Un ejemplo de ello es que, desde 2017, los precios de los servicios de comunicaciones mostraron variaciones anuales cercanas a cero o incluso negativas. También se destaca una caída de 12% en este segmento en 2021. Y pese a que en 2022 se moderó la tendencia, los precios siguen estables, pero las inversiones que se requieren permanecen.
Existen múltiples retos, por ejemplo, la fragmentación del mercado y también la alta rotación de los usuarios, lo que termina generando dificultades en la creación de valor a largo plazo. Con lo cual, para Bancolombia habría que repensar el diseño de incentivos, esquemas de compensación territorial y también accesos a una infraestructura compartida, con la finalidad de que haya una expansión equilibrada y también se puedan cerrar brechas.
Aquí se toca un punto esencial en el sector, y este es la infraestructura. Pese a que se han logrado avances importantes en redes de transporte y también en cobertura urbana, persisten las barreras regulatorias. También se presenta una falta de armonización de la normativa y costos de despliegue.
Estos puntos son cruciales para una implementación efectiva de las redes 5G, con la finalidad de resolver los cuellos de botella y de esa manera potencializar el sector.
De esta manera, el gran desafío es la monetización de una demanda creciente en un entorno donde hay unos márgenes de ingresos que siguen estables y también una fuerte competencia. Pero el sector sigue atravesando por una transformación estructural que se impulsa por la aceleración digital, la convergencia tecnológica y también el aumento en el tráfico de datos.
En Colombia, el Internet móvil se consolidó como la principal fuente de ingresos del sector, y esta representó $10,5 billones en 2024, pero el Internet fijo mantiene una expansión sostenida.
Actualmente el mercado ya no se da por cobertura, sino por velocidad, capacidad de red, servicios digitales integrados y latencia, así lo señaló Bancolombia, expresando que el reto está en la generación de valor en un entorno digital más competitivo, lo cual requiere infraestructura moderna, agilidad y diversificación, ya que, el aumento en el tráfico de datos no va a garantizar la sostenibilidad del sector.
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